
Caminando, así la conocí, en un barrio de Mar del Tuyú triste y color gris, él estaba rodeada de chapas, lo buscaba sin pensar, por las noches, por las madrugadas, lo buscaba sin pensar. La primera cita no hubo tanto que insistir, viernes, sábados, solíamos estar, con el tiempo te aseguro que me estuve por casar.
Cuando acercaba mi cabeza a su trono de cristal reflejaba un gato alienado con pocas ganas de parar de tomar, hoy ya no le sigo el paso. Pero te engañaría si te digo que no lo extraño, no, no lo amo, no, y es por eso que vuelvo a La Plata cada mes.
Cuando acercaba mi cabeza a su trono de cristal reflejaba un gato alienado con pocas ganas de parar de tomar, hoy ya no le sigo el paso. Pero te engañaría si te digo que no lo extraño, no, no lo amo, no, y es por eso que vuelvo a La Plata cada mes.








