martes, 16 de diciembre de 2008

Lindo infinito volvió a Madrid, donde parece que es feliz ese día me mando al descenso recuerdo como su mirada me volteó. Pero dos que se quieres, se dicen cualquier cosa. Ay ! si pudieras recordar sin rencor. En mi buzón hay un par de cartas suyas fueron juntandose y no tengo el valor. Todavía su amor me descargas.
Pero a los ciegos no les gustan los sordos y un corazón no se endurece por que sí.
No calentás la misma cama por dos nochesme reclamaba y no la quise oír hice de todo por impresionarlo y dejé huérfano todo su penar. Pero dos que se quieres, se dicen cualquier cosa.
No me gustó como nos despedimos

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