Todavía que resisto a la absurda tentación,
de pisar el freno y pasarla bueno, disfrazarme de alguien que no soy.
Todavía tengo amigos que me quieren como soy siempre un poco loco
y todo lo que toco lo quiebro y pido perdón.
Y acá me vez escapándole al fuego, que sigue quemando,
esa oración, libertad, ansiedad, un amor, soledad y así vivir mucho mejor.
Todavía siento ganas de llamarlo alguna vez
y decirle que cuando él se fue un viento me arranco de pie.
Todavía que respiro, nene, cuando salgo a nadar
por un mar oscuro donde todo es duro y el agua se hace cristal.
Todavía que me rió del amor, el café y de dormir y si lo sufrí fue casualidad,
un error nunca te hace mal.
Todavía que te quiero y no quiero quererte otra vez
pero si con vos tanto me aleje que volé y jamás regrese.