Mentira amarga: el vino no ayuda.
Me tome un río y seguís aca
riéndote en esta silla vacía.
Y es lo de siempre
se dobla y se rompe,
de noche todo es beso y carnaval,
pero canta el gallo y nos hacemos maestros
en este horrible arte de lastimar.
Y ahí vamos, con este amor que no va ni a la esquina,
buscando ciegos una tabla en el mar,
con este amor que mordió la banquina,
cuesta arriba y pedaleando mal.
Amanece y el sol, verdugo,
se come crudas las sombras del bar.
Haciendo zetas llego a tu balcón.
Te mereces abrigos que hoy no tengo.
Me tome un río y seguís aca
riéndote en esta silla vacía.
Y es lo de siempre
se dobla y se rompe,
de noche todo es beso y carnaval,
pero canta el gallo y nos hacemos maestros
en este horrible arte de lastimar.
Y ahí vamos, con este amor que no va ni a la esquina,
buscando ciegos una tabla en el mar,
con este amor que mordió la banquina,
cuesta arriba y pedaleando mal.
Amanece y el sol, verdugo,
se come crudas las sombras del bar.
Haciendo zetas llego a tu balcón.
Te mereces abrigos que hoy no tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario